¿Cómo evoluciona el sistema visual de los niños?

En el momento del nacimiento, los bebés poseen todas las estructuras oculares desarrolladas. Sin embargo, el recién nacido tiene que aprender a utilizarlas, ya que la visión comienza a partir del nacimiento. El concepto de visión se basa en la percepción e interpretación cerebral de las imágenes que se han registrado en la retina, es por ello, que a partir del alumbramiento el bebé aprenderá a usar su visión y a interpretar las imágenes que recibe del mundo exterior.
Aprender a ver es una de las tareas más importantes para un bebé durante sus primeros meses de vida. Con su desarrollo, adquiere habilidades necesarias, como el enfoque de los objetos a cortas y largas distancias, la utilización de ambos ojos de forma coordinada, el reconocimiento de la profundidad y tridimensionalidad, y desarrollar la coordinación entre sus ojos y su cuerpo. Conforme vaya creciendo, la complejidad de estas capacidades aumentará. El bebé obtendrá una mayor percepción visual, además de coordinar la visión y motricidad.
Desarrollo del sistema visual del bebé
Primer mes de vida
La agudeza visual en el momento del nacimiento del bebé es prácticamente nula, debido a la inmadurez de los centros visuales en su cerebro. Posteriormente, el recién nacido será capaz de distinguir las luces y las sombras, y de percibir sutilmente las siluetas de personas y objetos. Tras el primer mes de vida, el niño ya habrá aprendiddo a mirar los puntos luminosos y los colores que se encuentren a menos de 20 centímetros de sus ojos, percibiendo los contrastes. Su visión de los objetos es doble, y dispone de un campo de visión menor de 30º.
2 y 3 meses
Este periodo conforma el periodo del desarrollo visual más importante para un bebé. En esta etapa el bebé aprenderá a distinguir los colores. Los juguetes serán clave para potenciar las áreas visuales de su cerebro, estimulándolo con diferentes colores y haciendo que siga con la mirada el movimiento del objeto. Además, será capaz de sonreir cuando vea rostros familiares, sobre todo los de sus padres, a los cuales es capaz de reconocer.
4 a 6 meses
A los cuatro meses, el niño ya puede mover sus ojos, siguiendo los objetos con la mirada o girando la cabeza. En esta etapa el bebé es capaz de distinguir la mayoría de colores primarios, y se siente estimulado por los tonos más vivos. La coordinación entre ambos ojos comienza a ser óptima. Reconoce perfectamente el rostro de sus padres y los sigue con la mirada.
Alrededor de los 5 meses se podrá apreciar de forma fidedigna la pigmentación definitiva del color del iris.
A los seis meses, ya es capaz de poder coger y sujetar diversos objetos como el chupete o sus juguetes. Coordina a la perfección sus ojos con su cuerpo y controla sus movimientos en el espacio. A esta edad, el bebé ya tiene desarrollada la visión binocular y en tres dimensiones, pudiendo calcular distancias y profundidades de los objetos en el espacio. Su agudeza visual al final de este periodo será del 100%.
Si los padres observan que el bebé sigue cruzando los ojos al final del semestre, es importante que acudan a un oftalmólogo para realizar una revisión de su desarrollo visual.
A partir de los 6 meses
En el segundo semestre de vida su sistema visual es casi perfecto y sus ojos logran estar centrados la mayoría del tiempo. Aprende a sujetar y presionar objetos gracias a la mejora de la motricidad y la coordinación ojos-cuerpo. Al cumplir el primer año de edad, el bebé es capaz de caminar y situarse en el espacio, y dispone de una perfecta agudeza visual.
Desarrollo del sistema visual del niño
Cumplido el primer año, el niño podrá calcular de forma eficaz las distancias, y continuará mejorando la coordinación ocular. También desarrollará destrezas como la memoria y la discriminación visual.
A partir de los tres años será capaz de dibujar formas geométricas, reconocer un amplio espectro de colores, y aprenderá a leer y escribir, potenciando la coordinación de sus ojos y acomodando el campo visual para permitir la iniciación en la lectoescritura.
En esta etapa continuará con el desarrollo de la lateralidad, una habilidad imprescindible para poder aprender a leer y escribir correctamente, además de tener una percepción de su esquema corporal y una buena organización del espacio.
Entre los 6 y 8 años el sistema ocular del niño terminará por completo su desarrollo, teniendo una agudeza visual completa y habiendo consolidado sus capacidades visuales.
Problemas visuales en los niños
A partir de esta edad es muy común que el niño comience a desarrollar miopía, un defecto de refracción visual que va muy ligado al crecimiento, puesto que el globo ocular también crece y se alarga durante esta etapa hasta el final de la adolescencia, produciendo el aumento de las dioptrías. Otros problemas como el ojo vago o la lateralidad cruzada pueden provocar que el niño tenga problemas en su rendimiento escolar y en la realización de las tareas cotidianas.
Por ello, es esencial que los padres lleven al niño a revisiones periódicas de la vista, para poder detectar cualquier patología o defecto visual y poder solventarlo a tiempo. Nuestros optometristas en Visualiza Óptica trabajan con los más pequeños, realizando diferentes terapias visuales para ejercitar y mejorar sus habilidades visuales, además de ofrecer una amplia gama de monturas para niños con cristales graduados en caso de que el pequeño haya desarrollado miopía. Si desea realizarle a su hijo una revisión completa visual, no lo dude y contacte con nosotros para solicitar más información. Estaremos encantados de ayudarle.