En este artículo hablaremos sobre el desprendimiento de retina, una afección ocular que ocurre cuando la retina se separa del ojo, lo que puede provocar una pérdida de visión. Exploraremos las causas más comunes de este problema, incluyendo la alta miopía, la edad, la diabetes y los tumores oculares, así como los síntomas que indican que se puede estar produciendo un desprendimiento de retina
. Además, también analizaremos los tratamientos disponibles para tratar esta condición ocular y cómo pueden variar según las causas del desprendimiento.
Separación de la membrana interna del ojo y retina
¿QUÉ ES UN DESPRENDIMIENTO DE RETINA?
El desprendimiento de retina es una afección ocular que sucede cuando la retina se separa del ojo, formando una capa de líquido entre ellas que impide el paso del riego sanguíneo y en consecuencia, una pérdida de visión.
CAUSAS DEL DESPRENDIMIENTO DE RETINA
Las causas más comunes son, por una alta miopía, el paso de la edad, diabetes, o tumores oculares.
¿Qué es un desprendimiento de retina?
El desprendimiento de retina es una afección ocular que sucede cuando se separa la membrana más interna del ojo y que es la más sensible a la luz, la retina. Entre ellas se produce un espacio que se llena de líquido dejando la capa de la retina que se ha desprendido. De esta forma, la retina no consigue obtener el suficiente riego sanguíneo produciendo una pérdida de la visión.
Causas del desprendimiento de retina
Existen muchas causas por la que una retina se puede desprender, pero el 90% de los casos tienen problemas de alta miopía, en este caso, la capa del ojo es mucho más fina y existen mayores posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina.
También es común cuando el paciente ha sufrido algún traumatismo, hemorragia o inflamación ocular o ha sido sometido a una cirugía donde ha habido una complicación como la cirugía de cataratas pero también cuentan los antecedentes hereditarios cuando un miembro de la familia ya ha sido operado por desprendimiento de retina.
La edad es otra causa común del desprendimiento de retina y es que los problemas de visión aumentan con el paso del tiempo. En este caso, el tamaño de la cápsula que envuelve el globo ocular ha disminuido por una deshidratación y se produce un desgarro o una rotura de la retina.
Con el tiempo, el humor vítreo, una capa líquida que se encuentra entre la retina y el cristalino, disminuye su tamaño. Esto no es un problema muy grave salvo si existe una inflamación o una miopía, en estas situaciones sí que hay una probabilidad más alta de que se produzca un desprendimiento de retina.
Si el paciente ya sufre diabetes, es probable que desarrolle un desprendimiento ya que esta enfermedad daña los vasos sanguíneos de la retina ocular. En estos casos, el desprendimiento se produce por tracción, es decir, ha habido un desgarre producido por una membrana con propiedades adherentes generando esa tracción, sobre la superficie de la retina.
Cuando el paciente sufre un tumor ocular, hay un alto riesgo de que sufra también un desprendimiento. El desgarre o rotura no son las únicas formas de desprendimiento de retina, cuando hay un tumor, hay una acumulación de líquido subretinal desde la coroides producido por esta patología. Esta acumulación de líquido produce un levantamiento de la retina que es lo que produce el desprendimiento de retina.
Síntomas del desprendimiento de retina
Uno de los primeros síntomas que se produce ante un desgarro inicial, es el de la aparición de moscas o manchas flotantes en el campo de visión. Este síntoma aparece cuando hay posibilidades de desgarro y va unido a la visualización de destellos luminosos de forma repetitiva. Sin embargo, no siempre aparece este último síntoma en todos los pacientes.
En el momento en el que el paciente sienta una disminución del campo de la visión o vea una pantalla o cortina negra que le impida la visión de parte del campo visual, será cuando sea necesario acudir a un especialista oftalmológico, sobre todo si empiezan a ocurrir de forma frecuente.
Es también muy común ver sombras periféricas, al lado del campo de la visión y que a menudo dificultan una visión total.
Si el ojo no se ha tratado después de un desgarro, puede producirse el desprendimiento que resulte en una pérdida de la visión completa o ceguera. Por esta razón le recomendamos que visite a un especialista oftalmólogo ante cualquiera de estos síntomas.
Tratamientos para el desprendimiento de retina
Para realizar un tratamiento efectivo deberemos realizar un examen oftalmológico a partir de una tomografía o una ecografía ocular en el que examinemos el estado de la retina y las causas del desprendimiento.
Una vez realizado el análisis procederemos al tratamiento quirúrgico a partir de láser para sellar las roturas en la retina. Según las diferentes causas del desprendimiento de retina hay un tratamiento diferente por lo que la examinación del origen del desprendimiento es esencial para encontrar un tratamiento personalizado adecuado para el paciente.
Fotocoagulación con láser
Cuando se trata de las primeras fases de un desgarre de la retina y no de un desprendimiento, el humor vítreo ha disminuido su tamaño y hace fuerza en la retina desgarrándola y puede producirse un sangrado. Para su cicatrización, se utilizará el tratamiento de fotocoagulación con láser. De esta forma, evitaremos la siguiente fase que sería el desprendimiento de retina y frenaríamos su aparición.
Con el tratamiento de fotocoagulación tratamos de disminuir o eliminar vasos sanguíneos que produzcan el desprendimiento, de esta forma evitaremos que el líquido del humor vítreo entre en la retina. El láser tiene una gran precisión que consigue llegar al punto a tratar y de esta forma no afecta con quemaduras a las zonas cercanas del interior del ojo.
Crioterapia
La crioterapia es un tratamiento en frío que se utiliza en casos en los que el tratamiento por láser no llega al desgarro, sobre todo cuando se sitúa en zonas periféricas que no afectan a la visión. Este tratamiento, al igual que el láser, se encarga de eliminar las áreas que pueden sangrar pero en este caso se utilizará un tratamiento de congelación en los tejidos endooculares para favorecer la cicatrización y evitar que el líquido del humor vítreo llegue a la retina.
Sin embargo, es una técnica ya en desuso y se ha sustituido por técnicas más avanzadas sobre todo cuando ya hay un desprendimiento y si es posible se utilizará la fotocoagulación. Pero por el otro lado, seguirá habiendo casos en los que la crioterapia se mantendrá como tratamiento principal para el desprendimiento de retina.
Vitrectomía
Cuando el caso es más complejo, se realizará una operación de vitrectomía en la que el cirujano colocará la retina donde corresponde. De esta forma se extraerá por completo el humor vítreo que produce el desgarre, para luego reemplazarlo otro componente, ya sea gas que irá desapareciendo poco a poco y será sustituido por fluidos propios o por aceite, el cual habría que realizar otra operación para su extracción. Este tratamiento va unido a la colocación de un cerclaje escleral.
Cirugía escleral
Esta cirugía consiste en la recolocación de la retina cerrando el agujero causado por el desgarre. Se colocan cierres de silicona, caucho o plástico que crean presión que alivia el desgarre producido en la retina y a la vez cierran la pared donde se ha causado del desprendimiento alrededor de la esclera y evitar que el líquido se filtre entre la retina y la capa subyacente.
El cierre esclerótico se adhiere al ojo de forma permanente mediante unas suturas y de esta forma se asegura que el desgarre no se vuelva a producir. Para sellar esta operación se combinará con un tratamiento de fotocoagulación que cicatrice la retina y la mantenga en su lugar.
Retinopexia reumática
Esta técnica se combina con un tratamiento previo de fotocoagulación o crioterapia para cicatrizar el desgarro producido por la presión del vítreo y luego introducir una burbuja de gas que ejerza presión en la retina y elimine la existente y de esta forma cualquier rotura que haya causado un previo desgarre.
Este tratamiento se utiliza en casos en los que hay pequeños desgarros en la parte más superior del globo ocular. Esta técnica está siendo sustituida poco a poco por la vitrectomía.
Drenaje del fluido
Cuando se produce un desgarre y hay una infiltración del fluido subretiniano, aparece el desprendimiento, en esta situación hay que drenar el fluido para evitar un mayor desprendimiento de retina. Va unido a otro tipo de cirugías como la vitrectomía, que aspira el líquido a partir de otro líquido perflurocarbonado, mientras que en la cirugía escleral se realiza un pequeño agujero en la esclera donde exista un mayor desprendimiento de retina y de esta forma filtrar el líquido.
Recuperación de un desprendimiento de retina
Las cirugías de desprendimiento de retina, tienen un éxito del 80-90%, sin embargo no se puede descartar la posibilidad de tener que realizar una segunda operación, según la gravedad del desprendimiento y la técnica que se tenga que utilizar.
El tiempo de reposo después de una operación depende de la operación realizada y de su complicación, el especialista le informará de este tiempo y de todas las normas a seguir para que la recuperación sea lo más efectiva posible y sin complicaciones. Normalmente, una operación más sencilla por fotocoagulación o crioterapia dura de 7 a 10 días mientras que las demás puede llegar hasta las 3 semanas.
Durante este tiempo, según la técnica empleada, si se ha inyectado gas como tratamiento para rellenar el espacio vítreo, el paciente deberá de permanecer en una posición horizontal por lo que tendrá que dormir bocabajo para que el tratamiento surja efecto. Tampoco podrá viajar en avión hasta que haya pasado el tiempo de recuperación establecido por el cirujano.
Después de toda operación ocular, el ojo permanecerá inflamado durante unos días dependiendo del tipo de operación que se ha realizado y sobre todo el estado del ojo previamente a la operación. Puede haber dolores normales después de la operación y que se calmaran con antibióticos y antiinflamatorios prescritos por el cirujano.
El paciente deberá acudir a revisiones eventuales programadas por el especialista para llevar un control del progreso de la operación.
El tiempo de recuperación de la visión ya sea total o parcial para la operación del desprendimiento de retina, es de unos 6-12 meses. Esto varía según la operación que se ha realizado y del estado previo del desprendimiento.
Hay que tener en cuenta que esta cirugía no asegura la recuperación total de la visión. Es un proceso lento que lleva meses y en los casos más graves, puede que el paciente no llegue a recuperar la visión por completo.